Lo expresó el economista Aldo Abram al lanzar una dura crítica a la dirigencia, en tanto advirtió sobre la factibilidad de un default. El director de la Fundación Libertad y Progreso bregó por una reforma del Estado para que deje de estar “al servicio de la política”.  

“Si cualquiera de nuestros funcionarios, anteriores o presentes, tuvieran un problema en su casa inmediatamente lo tratarían de resolver. Demorar la solución de un problema lo único que hace es agrandarlo. Y eso es lo que se hizo: agrandar el problema”. De esa forma, el economista Aldo Abram comenzó a analizar la coyuntura que atraviesa nuestro país en diálogo con “Ciudadanos” (el ciclo que se emite los domingos a las 20, por Cable y Diario, Somos Rafaela y Somos Rosario). En esa línea, el director de la Fundación Libertad y Progreso puso de manifiesto que “durante los últimos 70 años hemos dejado que los políticos construyan un Estado al servicio de la política y que se sirve de los argentinos”.

Ahora bien, “para reformar ese Estado y que le sirva a los argentinos y, además, lo podamos pagar” la propia fundación cuenta con un programa. Desde esa perspectiva, el consultor hizo hincapié en que “es mentira que se dejan millones personas en la calle, eso lo dicen los políticos para mantener ese Estado que solo le sirve a ellos”. A instancias de la propuesta, “no se deja sin ingresos a nadie y en dos años, gradualmente, se pasan al sector privado, sin dejar a nadie sin un ingreso. Por supuesto, eso necesita de plata. Tuvimos 90 mil millones de dólares de crédito y si eso no es mucha plata no sé qué es mucha plata”, cuestionó.

Abram no dejó de afirmar, en ese contexto, que “menos mal que apareció el Fondo (Monetario Internacional). Todas y cada una de las crisis económicas que tuvimos tuvieron como origen una dirigencia que, en su momento, se puso obstinadamente a gastar demás y no intentó resolver el problema. Y cualquiera que se obstina a gastar de más, quiebra. Una crisis económica es la quiebra de un país”, definió al profundizar en su análisis. Y recalcó: “Hemos mandado a la pobreza a más del 50% de los argentinos en cada una de las crisis económicas por no asumir un pequeño costo político. Si no hubiera estado el FMI, hubiéramos tenido una crisis peor a la de 2002 porque los argentinos y los extranjeros nos cansamos de financiar el despilfarro de nuestros políticos”.

El docente de ESEADE también consideró que el curso de los acontecimientos se encamina hacia el default. Y, acorde a su mirada, esto se debe a que “tenemos una dirigencia política que se obstina en no resolver el problema. Está la posibilidad de que vayamos al default”, aseveró. En tal sentido, argumentó: “Si se mantiene el problema, en vez de resolverlo, mágicamente no se va a resolver. Pensar que se va a resolver sin resolverlo es mágico, que es lo que nos vienen proponiendo todos”, subrayó.

El Central y las tasas de interés

A la luz de un panorama signado por una recesión muy profunda, Abram objetó que se piense en “decirle al Banco Central que baje las tasas de interés”. “Eso es no haber entendido la película, que no es un problema del Banco Central que la tasa sea alta, sino de un mercado de crédito que se contrajo porque la gente sigue fugando capitales por incertidumbre. La única forma que tiene el Banco Central –explicó– es salir a emitir pesos a rolete para aumentar la cantidad de crédito y, obviamente, eso haría bajar la tasa”.

Si se tiene en cuenta la fuga de capitales y la crisis cambiaria, “lo que está pasando es que no queremos más pesos –graficó–, queremos menos pesos todavía. Y vamos a tener un Banco Central emitiendo pesos. La conclusión es que el valor del peso se va a derrumbar de nuevo. Eso es de nuevo otra corrida e ir a otra crisis cambiaria”. En tal caso, el especialista advirtió que “esa crisis cambiaria va a ser terminal y, claramente, nos va a meter en una crisis económica. Esto es lo que no hay que hacer”, precisó.

Consultado sobre la visión del gobierno encabezado por Mauricio Macri en relación con el cuadro descripto, Abram opinó que “lo han entendido un poco tarde”. “Si lo hubieran entendido a principios de su mandato no estaríamos acá. Lo que hicieron desde principios de 2016 es hacer que el Banco Central emita a rolete a tasa del 30, 40%”, criticó.

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