En vísperas de la campaña electoral en la provincia, Omar Perotti (senador nacional y precandidato a gobernador por el Partido Justicialista) intenta imponer ejes de debate desde la construcción de una agenda de denuncias infundadas sin propuestas, seguidas de burdas operaciones en redes sociales. ¿Cuál es el límite de la irresponsabilidad de quienes acusan con mentiras deliberadas, sin proponer absolutamente nada desde los lugares institucionales que ocupan para atenuar el impacto de un fenómeno tan grave como el narcotráfico?
Por Mariano Panichelli (*)
Durante la semana pasada, circularon ciertos “debates” en las redes sociales en torno a declaraciones del senador nacional y precandidato a gobernador por el PJ Omar Perotti, quien en una entrevista con una FM de Rosario acusó al Frente Progresista –en rigor, al socialismo- de ser responsable “por incompetencia o complicidad” del avance del narcotráfico en la provincia. Sin duda, un recorte malintencionado de la realidad tendiente a deslindar responsabilidades respecto de un flagelo complejo y multicausal que claramente golpea a nuestra sociedad en Rosario, Santa Fe, la Argentina y el mundo entero, que no debería achacársele a un sector político en particular si lo que se pretende es abordar el tema seriamente. Y esto es así porque la magnitud y escala del fenómeno narco requiere de quienes ejercen cargos públicos relevantes el máximo compromiso tanto en el abordaje como en la puesta en marcha de acciones concretas que ayuden a atenuar su impacto.
En el manifiesto de Perotti se eluden todas las acciones que desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, de los organismos encargados de ejecutar políticas sociales y también desde sectores de la justicia y del Poder Legislativo vienen haciendo para prevenir y atacar el problema de los consumos problemáticos y el tráfico de drogas, desde las investigaciones que permitieron encarcelar a miembros de reconocidas bandas, hasta la implementación de la ley de decomiso que permitió realizar el remate del primer lote de vehículos y otros bienes incautados a estas bandas, pasando por la implementación de programas sociales de fuerte impacto como el Plan Abre o el Nueva Oportunidad, entre otras acciones concretas.
Tampoco pudo exhibir Perotti durante la entrevista periodística ninguna acción o proyecto que lo tenga como impulsor en sus ya casi siete años como legislador nacional (cuatro años diputado y tres años senador) para prevenir o hacer algo que detenga las consecuencias negativas de este flagelo. Ninguna, a pesar de que el tráfico de drogas es un delito que se combate desde la órbita federal, y esto se puede chequear en la web donde figuran los proyectos presentados (http://omarperotti.com.ar – http://www.senado.gov.ar/)
Tan llamativa como el abordaje parcial de Perotti fue la reacción en redes de varios perfiles falsos –conocidos como trolls– que replicaron una misma cita: “Excelente Omar Perotti hablando en Radiofónica 1007 hablando (sic) de la realidad de la provincia… Santa Fe cuna del narcotráfico del país gracias al Socialismo de Miguel Lifschitz y Antonio Bonfatti… Basta de esta gente!!”. El mismo texto, idéntico en puntos, comas, mayúsculas y negritas, fue replicado por al menos 12 cuentas distintas en la red social Twitter. Lejos de una acción espontánea, se trató de una operación coordinada por alguna mente no tan brillante cercana al senador Perotti mientras éste seguía contestando en la emisora rosarina.
Y aquí también debe señalarse la gravedad del asunto: ¿Es posible que aún no iniciada la campaña electoral, Perotti y sus equipos dediquen tiempo y energía en estas tareas en lugar de trabajar en la búsqueda de soluciones para atenuar el impacto del conflicto que denuncian? ¿Debemos acostumbrarnos en este país y en esta provincia a que un dos veces candidato a gobernador, ex ministro, ex diputado y actual senador siembre falacias sobre un asunto tan delicado? ¿Que ponga a su equipo en movimiento para atacar a un adversario político, el cual incluso con errores y desaciertos hace todos los esfuerzos en crear dispositivos institucionales que mitiguen los efectos del narcotráfico y los consumos problemáticos? ¿Es una locura pensar que el narcotráfico y sus graves consecuencias son funcionales a los objetivos políticos de personajes como Perotti, a quienes lo único que se les ocurre como estrategia es buscar culpables en vez de asumir el cargo que ocupan y encontrar soluciones para los ciudadanos que representan?
En suma, plantear que una problemática de alcance global como el narcotráfico es responsabilidad exclusiva de una política local no sólo es una manipulación argumentativa y una grave infamia política. Además, entraña un enfoque sumamente incorrecto, que roza el desconocimiento del tema. Lo peor es que tampoco los santafesinos conocemos cuáles son las ideas, propuestas y acciones del rafaelino para atacar el problema del tráfico y consumo de drogas.
La mentira al servicio de intereses electorales no es un fenómeno nuevo en la provincia de Santa Fe ni en el mundo. La gravedad del asunto se multiplica cuando la infamia se refiere a un tema de horribles consecuencias en nuestras sociedades y proviene de un dirigente con vasta experiencia que no puede exhibir ninguna propuesta en la materia. Más grave aún es que el vocero de esa estrategia sea un dirigente que pretende gobernar la provincia.
(*) Lic. Comunicación Social – Ex secretario de Comunicación Social del Gobierno de Santa Fe (2011 – 2015)