Grupos ProVida y Salvemos las dos vidas consideran que las modificaciones a la ESI atentan contra la patria potestad de los padres, cuestionan lo que califican como “ideología de género” por carecer de sustento científico y aducen que “al niño se le deben dar herramientas biológicas para que, a medida que evolucione, determine qué tipo de sexualidad quiere tener”.

La Educación Sexual Integral (ESI) es motivo de controversias y posiciones adversas por parte de grupos denominados ProVida y Salvemos las dos vidas que sostienen la consigna “Con mis hijos no te metas”. Mientras quienes bregan para que las enseñanzas en cuestión se dicten tanto en instituciones tanto públicas como privadas y en todos los niveles, estos sectores aducen que se atenta contra el derecho de madres y padres a elegir la educación que deben recibir sus pequeños y pequeñas. Estas posiciones se entrelazan con las manifiestas por los colegios confesionales, tal como el Adoratrices (ver nota relacionada), que a través de una carta se convocaba a participar la marcha que se llevó a cabo el último domingo en repudio a las modificaciones que impulsan los legisladores, en el ámbito del Parlamento nacional, a la normativa en vigencia desde 2006.

“No me dijeron la verdad durante 15 años con 18 de vida»

“No nos oponemos a la educación sexual de nuestros hijos siempre que ésta sea fundada en la ciencia, en la biología, que respete los derechos de quienes hoy el Código Civil nos llama responsables parentales. Fundamentalmente, que se respete el derecho a elegir qué tipo de educación queremos darle a nuestros niños”, esgrimió en tal sentido Alicia Velázquez, de ProVida, en la emisión de ayer de Rueda de Prensa (de lunes a viernes, a las 21, por CyD) que se distinguió por el significativo nivel de discusión que se mantuvo.

A su turno, Gimena Castillo, de Salvemos las dos vidas, evocó la ley sancionada en 2006 y aclaró que desde sus organizaciones no difieren con la educación sexual. “Sí estamos en contra de las reformas, entre ellas, limitar la posibilidad de las instituciones privadas de dictar su ideario”, expuso e hizo hincapié en que las modificaciones pretendidas “están avasallando derechos y principios constitucionales”.

“Anticientífica”

Con relación a la identidad de género y al abordaje del cambio de sexo en la enseñanza oficial, ambas referentes coincidieron en señalar que la preocupación radica en “que se les empiece a enseñar desde muy temprana edad lo que se llama ‘perspectiva de género’ y nosotros llamamos ‘ideología de género’, que no tiene basamento científico alguno –remarcó Velázquez–. El chico tiene un proceso madurativo y evolutivo, cada cosa se le enseña en cada momento. Nadie se opone a que se le enseñe biología”.

En ese orden, también cuestionaron que se “repartan cuadernillos con perspectiva de género, cosa que no dice la ley. La ideología de género –señaló Castillo– es el conjunto de ideas anticientíficas respecto de la identidad sexual de cada persona independientemente de la determinación biológica”. Y postularon que “al niño se le deben dar todas las herramientas biológicas y científicas para que el niño, a medida que vaya evolucionando, determine qué tipo de sexualidad quiere tener y acompañarlo. La ideología de género incentiva o, al menos pone en duda, en chicos muy pequeños estas características que tiene que evolucionar con el tiempo”, precisó la representante de ProVida.

“El rol de la familia existe y está amparado constitucionalmente”, exaltaron y pusieron el acento en que una de las modificaciones a la ESI limita la patria potestad de los padres, la responsabilidad parental”, insistieron. Al respecto, Castillo fundamentó que “así como se frenó la ideología religiosa (a instancias de un Estado laico), cosa que me parece que está muy bien, darles esa perspectiva (de género) es darles ideología”.

“Un niño, a los cuatro o cinco años, como lo muestra un cuaderno sobre la diversidad, se mira en un espejo y le devuelve la figura de una mujer, ese niño no se autopercibe de otro sexo. Si el Estado no lo deja beber alcohol a un menor de 18 años, por qué el Estado le puede decir a un niño de tres años que puede verse reflejado en un espejado como una mujer si todavía no tiene finalizó su proceso”, reprochó Velázquez.

“No previene”

Bajo la misma mirada crítica a la enseñanza sobre la diversidad desde temprana edad, indicaron que “tanta información y erotización desde tan pequeños no garantiza evitar el tan mentado embarazo adolescente, ni las enfermedades de transmisión sexual”. Al respecto, la portavoz de ProVida puso en duda que hayan descendido las tasas de embarazos adolescentes a instancias de la promoción de métodos anticonceptivos.

Consultadas sobre qué podría ocurrir si avanzan las modificaciones sobre el dictado de la ESI en los establecimientos educativos, Velázquez apeló a las experiencias de países como Canadá y España donde, según precisó, “hay altas tasas de suicidios, problemas psicológicos graves atribuibles a esta situación” que supone “la erotización” de niños y adolescentes.

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