El comisario de esa pequeña localidad, Mariano Budiño, fue el responsable de una feroz golpiza a un joven de 22 años ocurrida el pasado 28 de septiembre pasado. Aún permanece en su cargo.

Cayastacito es una pequeña localidad del departamento San Justo. Allí, el pasado 28 de septiembre, a las 22, el efectivo policial Claudio Ríos que se desempeña en la comisaría del pueblo ingresó al domicilio de Brian Javier López, alias Javito, aduciendo que el comisario deseaba conversar con él personalmente.

De esa forma, el joven de 22 años fue recibido por Mariano Budiño, jefe de Policía de la localidad. Le pregunta “¿dónde están todas las cosas?”. Ante el desconocimiento de Javito, el comisario le propinó un golpe en la boca y le manifestó “te voy a meter preso”.

Luego, Javito fue trasladado al patio de la comisaría donde recibió más golpes al punto del desmayo. En esas circunstancias, reapareció Ríos y continuó el maltrato con varias patadas mientras Budiño regresaba con una manguera. Con ese elemento volvieron a pegarle a Javito. Las heridas más graves sufridas por el muchacho se registraron en el cuero cabelludo, la espalda y los brazos (lo que se puede advertir en las imágenes que acompañan esta nota).

Ante semejante brutalidad, se acercó un enfermero del Samco local bajo la advertencia de Budiño para que no realice ningún comentario sobre lo sucedido. “Vos nunca viste nada”, lo amenazó.

Así y todo, Javito fue objeto de una causa por resistencia a la autoridad y hurto, con lo cual permaneció un día detenido. Al regresar a su casa, su familia advierte el mal estado de salud y lo llevan hacia el Samco de Laguna Paiva y luego fue atendido en el hospital José María Cullen de nuestra ciudad.

El pasado lunes, la Fiscalía –a raíz de un pedido de Asuntos Internos– concurrió a la comisaría y secuestró la manguera. Un hecho significativo en esta historia de abuso de autoridad es que los mismos funcionarios policiales de Cayastacito fueron quienes observaron el 26 de enero de 2017 la batalla campal que tuvo como protagonistas a la Uocra y Sitic. Frente al enfrentamiento, Budiño no hizo nada. La causa en cuestión quedó suspendida y el comisario continúa en su cargo.

Pero eso no es lo único. Este sujeto también está acusado de haber extorsionado a una quiosquera del pueblo, al punto tal de que la mujer debió cerrar su negocio.

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