José Corral ya envió su pliego de quien fuera Síndico General Municipal. Se trata del contador Germán Huber, asociado al radicalismo universitario e implicado en la investigación de la Procelac a raíz de la estafa cometida por la entidad que encabezara Mario Rossini.
José Corral propuso la figura de Germán Huber para asumir el cargo de vocal del Tribunal de Cuentas Municipal. En efecto, la postulación ya se encuentra publicada en la página web del Gobierno de la Ciudad. ¿Pero de quién se trata? Según señala su Curriculum Vitae, es contador, cuenta con un master en Contabilidad Internacional, es especialista en Sindicatura Concursal, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL, autor de libros, presidente del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe entre 2000 y 2002, fue síndico General de la Municipalidad entre 2007 y 2011 y vocal del Tribunal de Cuentas de la provincia entre 2011 y 2017.
Según difundió Rueda de Prensa en su emisión de anoche y a instancias del pliego enviado por el intendente al cuerpo deliberante, se conocieron otras facetas del postulante en cuestión para ocupar la función dentro del órgano encargado de observar las cuentas públicas municipales.
En concreto, Huber forma parte del sector radical universitario y su nombre se vincula a un pedido de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) a raíz de la solicitud de indagatoria de un grupo de personas que integraron el Mercado de Valores del Litoral. La nómina también comprende el nombre de Pablo Tabares, exfuncionario del Puerto local. El objeto de la investigación apunta al crecimiento exponencial de una sociedad de Bolsa conocida como Bolsafé Valores entre 2003 y 2013.
Sabido es que esa entidad carga con una causa judicial por no haber velado por los ahorros de quienes conservaban cuentas comitentes lo que significó que Mario Rossini cargue, ahora, con las acusaciones por los delitos de administración fraudulenta e intermediación bursátil no autorizada. La estafa, que estalló en diciembre de 2013, se calcula en unos 263 millones de dólares y perjudicó a por lo menos 408 ahorristas.
Lo que indica la Procelac es que las personas comprometidas pudieron haber delinquido tanto por omisión como por connivencia deliberada con Rossini, quien estaba al frente de Bolsafé Valores. Pero no esto no lo único.
Además, Huber fue auditor de la obra social de al UNL en circunstancias en que la institución de educación superior retirara sus ahorros unos días antes del estallido de Bolsafé Valores. De esa forma, se evitó que universidad quedara entrampada en la estafa.
En suma, el intendente propone para integrar el órgano de control de la Municipalidad (integrado por tres miembros) a una persona vinculada a su sector político que, además, carga con sombras por su paso en ámbitos públicos y privados y tiene solicitada su indagatoria por la causa Bolsafé Valores.