Las voluntades a favor fueron 24 y 25 fueron en contra. Eran necesarias 34 para habilitar la discusión de la iniciativa fomentada por el Ejecutivo provincial. Ahora, el proyecto vuelve a comisiones.

En los últimos días, el oficialismo gestionó el entramado de fuerzas con propios y aliados con la intención de darle paso a la reforma de la Constitución provincial. Si bien tanto el Justicialismo como Cambiemos habían anticipado su negativa para la sesión especial que tuvo lugar hoy en el Cámara baja, las esperanzas de los frentistas llevaron a la organización de un acto que tuvo lugar anoche en nuestra ciudad y que fuera encabezado por el gobernador Miguel Lifschitz, así como también a sendas manifestaciones de, por ejemplo, los radicales alineados en el FPCyS.

Concretamente, hoy no se reunieron los dos tercios necesarios para que se vote sobre tablas el mensaje del Poder Ejecutivo. Así, los votos a favor fueron 24 contra 25 negativos. Eran necesarios 34. Entre éstos últimos se inscribieron los del PJ, Cambiemos y el interbloque Igualdad. La sesión, que comenzó poco después de las 10, finalizó con la única certeza de que el proyecto regresa a comisiones y que tampoco habrá reelección para  Lifschitz, quien había sostenido la posibilidad de incluir una cláusula que lo abstuviese de ese beneficio.

El clima previo ya indicaba que el propósito de avanzar con la modificación de la Carta Magna santafesina no iba a poder llevarse a cabo, al menos en las actuales circunstancias. En efecto, el diputado del PJ Leandro Busatto anticipó: “No vamos a debatir la reforma de la Constitución. Venimos a discutir, ni más ni menos, la naturaleza jurídica de la institución legislativa que tiene que tener, alrededor de temas como este, niveles de consenso que no ha tenido hasta aquí. Ni siquiera vamos a entrar a discutir el fondo de la cuestión”, postuló previo a su ingreso a la Legislatura el dirigente de Unidad Ciudadana, en tanto consideró necesario sostener el debate en comisiones. En esa línea, el legislador cuestionó que “los partidos políticos no fuimos convocados por el gobierno a discutir”.

Desde otra mirada, el diputado del FPCyS Julio Paco Garibaldi expresó que “se está discutiendo al posibilidad de ir hacia delante, garantizar derechos y dejar de lado mezquindades políticas”. “En todo este tiempo, todos los diputados y diputadas nos autodenominamos reformistas. Para serlo hay que serlo en los hechos. Entiendo que vamos a dar sesión en la que los 34 diputados y diputadas para aprobarla (a la reforma) no estarán, pero se impone una realidad muy fuerte que tiene que ver con que necesitamos una Constitución que garantice paridad entre varones y mujeres, una educación completa, gratuita y de calidad, que renueve la política. Hoy ganaremos –confió– quienes damos un debate sincero y de cara a la gente”, esgrimió el legislador socialista.

Pablo Farías, ministro de Gobierno y Reforma del Estado, también se pronunció entusiasta. “Hoy es un gran día –dijo previo al inicio de la sesión–. Haber llegado después de lo que venimos haciendo hace más de dos años para lograr la reforma de la Constitución. Haber puesto el tema en la agenda, habiendo tantas cuestiones coyunturales importantes, que nos hayamos dado el tiempo para poder discutir. Es importante para la provincia y para la política, para mejorar las instituciones y la vida diaria”, argumentó el funcionario.

Llegó el día de la Reforma en la Cámara de Diputados

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