Se trata de una charla que estará a cargo del actor, director, dramaturgo y docente Rody Bertol. Se desarrollará el sábado 1 de septiembre en La Mirage, con entrada gratuita e inscripción previa.
El sábado 1 de septiembre, el actor, director, dramaturgo y docente Rody Bertol brindará la charla “El teatro es una experiencia con otro y para el otro”. Será de 11 a 14 horas en el multiespacio La Mirage (Primera Junta 2518) de la ciudad de Santa Fe.
La actividad es gratuita pero requiere inscripción previa. La misma podrá completarse hasta el 30 de agosto, exclusivamente por correo electrónico a [email protected] mencionando nombre completo, DNI, teléfono y correo electrónico.
El encuentro se enmarca en el Programa “Capacitación para el lenguaje escénico” que desde 2008 organiza el Ministerio de Innovación y Cultura en articulación con las propuestas que se incluyen en la programación del ciclo Viernes en La Mirage.
La charla
Estará basada en la relación yo-personaje, interrogando dicha relación alrededor de los artificios de ese viajero errante, a ese símil humano que es el personaje. Está dirigida a directores, actores/actrices y estudiantes de teatro.
El teatro actualiza un espacio de subjetividad, de conexión con otro cuerpo; es una experiencia con otro y para el otro. El teatro ahonda su artificialidad a través de un distanciamiento o distorsión deliberada, proponiendo otra realidad de efecto.
Mediante su adquisición metafórica, una obra teatral transportará, entre sus recursos representacionales, diferencias y vínculos, instancias o consecuencias que nunca serán experimentadas como naturales o evidentes. Sin embargo, en el teatro hay vínculo, hay lazo, un ser humano frente a otro ser humano. Por eso podemos decir que el teatro, de los griegos a la actualidad, no ha evolucionado. Porque el ser humano no ha evolucionado. Se sigue preguntando lo mismo: ¿qué es la muerte? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?
El teatro santafesino es un eterno adolescente porque siempre está empezando. Hoy tardamos mucho en reconocernos en el teatro de nuestra ciudad, de nuestra provincia, en la figura del heredero de otros teatreros anteriores que nos precedieron, cuyo deseo y acción, y pagando su precio, marcaron una historia y un origen. Esto suele ser así por la falta de registros y cierta invisibilidad del teatro local en la comunidad.
Todo aquel que ingresa en el teatro local tarda un tiempo largo en reconocer una tradición y cree por un buen rato, que el teatro en la ciudad empezó con él.
Así, el estilo –incluso el estilo de los genios– no sería otra cosa que el residuo que permanece luego del fracaso. En el teatro, la construcción del estilo, de este modo, no solo se relaciona con el hallazgo, sino también con el fracaso.