Se debe al nuevo precio nacional como consecuencia de la quita de subsidios. La suba entró en vigencia el 1 de agosto para los usuarios de la EPE.
La Empresa Provincial de la Energía (EPE) informó que a través de la Disposición de la Subsecretaría de Energía Eléctrica del Ministerio de Energía de la Nación N° 75/2018, se dispuso un incremento en el precio mayorista de la electricidad para pequeñas demandas residenciales, comerciales e industriales, de $ 1.080 por MWh a $ 1.470 por MWh a partir del 1 de agosto, siendo el aumento de 36,1%.
La medida significa que la factura a abonar por la EPE a CAMMESA pasa de 1.000 millones de pesos a casi $ 1.500 millones de pesos mensuales.
Los detalles de la implementación de esta normativa fueron publicados en el Boletín Oficial de la República Argentina el miércoles pasado.
El traslado de este nuevo precio de compra de energía trae como consecuencia un incremento del 15 % promedio a partir de los consumos del 1 de agosto, en la tarifa final para el 80 % de los usuarios residenciales de la EPE.
De 1.070.000 usuarios residenciales de la EPE, 345.000 acceden a tarifas subsidiadas, de los cuales 128.000 son beneficiarios de la tarifa social provincial, 34.000 tarifa provincial a jubilados, 50.550 tarifa social nacional jubilados, 132.000 con tarifa social nacional y 451 electrodependientes. Uno de cada tres usuarios, cuenta con importantes beneficios a través de alguno de estos tipos de tarifa.
La factura de una distribuidora eléctrica está conformada por la compra de energía, el valor agregado de distribución (VAD) y los impuestos municipales, provinciales y nacionales que se aplican a la tarifa.
La EPE abastece a más de 1.300.000 usuarios, con una densidad de 11 suministros por kilómetro cuadrado. Opera 66 estaciones transformadoras, más de 50.000 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión, de las cuales 20.367 kilómetros son redes aéreas destinadas a abastecer el sector rural.