«Tenemos un compromiso decidido y firme de cuidar los derechos humanos, y sobre todo en la construcción y preservación de una cultura de convivencia, de paz y de tolerancia, en la condena a todo acto de terrorismo», aseguró Miguel Lifschitz en la ocasión.
El gobernador Miguel Lifschitz participó este miércoles del acto con motivo del 24° aniversario del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), sucedido el 18 de julio de 1994, uno de los mayores ataques terroristas ocurridos en el país.
“Hoy es un día en que los argentinos nos reunimos para recordar, para ejercitar la memoria, para solidarizarnos con los familiares de las víctimas y con quienes estuvieron allí y sobrevivieron y siguen llevando consigo el trauma de uno de los actos de terrorismo más tremendo que ha sufrido la Argentina”, explicó Lifschitz.
“Es un día para tener presente la ignominia y la vergüenza de la impunidad de un Estado que no ha sido capaz de investigar y condenar a los responsables materiales e ideológicos; pero no sólo eso, tenemos dos gobierno constitucionales involucrados, cuanto menos, en el encubrimiento de los hechos y de los responsables, lo que le da una cuota de gravedad mayor; y por si algo faltara, la muerte o el asesinato del fiscal Nisman, el hombre que quizás había investigado, como nadie, esos hechos y encontrado pistas, pruebas, elementos que quizás nunca terminemos de conocer, porque con su vida se fueron muchas explicaciones que hoy no tenemos”, aseguró.
“Demasiadas cosas ocurrieron en un tiempo relativamente corto de la Argentina, de nuestra historia, demasiado graves y trágicas para el cuerpo social de este país, porque los 85 muertos de la AMIA, como los 22 de la embajada, eran argentinos y argentinas, muchos pertenecientes a la colectividad judía, inocentes todos, que no imaginaban nunca ese trágico final, como seguramente ninguno de nosotros”.
El gobernador manifestó que “el terrorismo demuestra que llega a todas partes, que sigue siendo una amenaza para la humanidad, más allá de nuestras posiciones políticas, nacionalidades, convicciones religiosas. El terrorismo es una amenaza para el conjunto de la humanidad, del planeta”.
“Hay que ser muy contundentes en repudiar todo acto de discriminación, de racismo, de intolerancia y de violencia irracional, como es el terrorismo, no hay ninguna duda de que no hay razones que puedan justificar la violencia contra las personas, la violación de los derechos humanos, la tortura, el genocidio”, afirmó el gobernador.
«Tenemos un compromiso decidido y firme de nuestro gobierno en el cuidado de los derechos humanos, y sobre todo en la construcción y preservación de una cultura de convivencia, de paz y de tolerancia, en la condena a todo acto de terrorismo».
“Ha pasado demasiado tiempo y ningún gobierno, y mucho menos el Poder Judicial, pueden mirar para otro lado; todos somos responsables, en alguna medida, de que no haya hoy condenados, que no sepamos la verdad”.
“Tenemos que seguir exigiendo a las autoridades políticas de la Nación y al Poder Judicial que cumplan con su deber, que estén a la altura de las exigencias del pueblo argentino, de la historia y que contribuyan a cerrar una herida, que de otra manera va a permanecer abierta”, concluyó Lifschitz.
Testimonio colectivo
Por su parte, el intendente de la ciudad de Santa Fe, José Corral, agradeció la participación de “este testimonio colectivo que los santafesinos damos todos los años. Como lo dice la consigna, es también un grito de justicia, un grito contra la impunidad. Siempre nos conmueve escuchar el listado de los ciudadanos y ciudadanas que ese día encontraron en sus actividades cotidianas la muerte por este hecho de terror, que no tenemos que olvidar y tenemos que hacer memoria”.
“Los santafesinos vivimos en la diversidad pero tenemos que también vivir alertas, por eso agradezco a las instituciones de la comunidad judía que están alertas también para que hechos que parecían que no podían ocurrir, ocurrieron, y debemos estar atentos para que nunca más pasen y para reclamar justicia. No se puede construir una sociedad en impunidad, por eso nuestro compromiso para que todas las instituciones del Estado hagamos nuestra parte. Una vez más los santafesinos nos reunimos en este grito de justicia”, concluyó Corral.
En tanto, el presidente de la DAIA, filial Santa Fe, Horacio Roitman, afirmó que “el 17 de marzo de 1992 y el 18 de julio de 1994, dos atentados se sumaron a la historia argentina. Se acabó el sueño, comenzó la pesadilla”, y agregó que “solo la memoria aparece como último recurso ante la desidia de una sociedad encaminada a olvidar los atentados. La memoria no nos ata al pasado, no ayuda a construir el presente, nos ayuda a construir el futuro. La memoria debe empujar a la justicia, que no debe ser ni lenta, ni sorda, ni corrupta”.
Roitman finalizó afirmando que “lamentablemente, todo tiene un denominador común: la impunidad. La inmensa mayoría de los responsables materiales o ideológicos, cómplices locales o encubridores de los atentados, no fueron llevados a juicio. Ninguno pagó por su delito”.
Del acto, desarrollado en la plazoleta Danilo Villaverde Juan José Paso 3500 de la cuidad de Santa Fe, participaron los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Silberstein, y de Obras Públicas, Pedro Morini; las secretarias General de la Municipalidad de Santa Fe, María Martín, y de Desarrollo Estratégico y Resiliencia, Andrea Valsagna; y los presidentes de la Comunidad Israelita de Santa Fe, Susana Pitashny, de la Asociación Hebrea Sefaradí, David Domani, y del Círculo Israelita Maccavi, Andrés Kulzer; entre otras autoridades.