La madrugada del 31 de mayo de 1580, en Santa Fe la vieja, un grupo de criollos “mancebos de la tierra”, aprovechando que Juan de Garay se encontraba en Buenos Aires, se sublevó y asumió la autoridad de la ciudad. El motín fue organizado por unos treinta hombres, de los cuales veinte cambiaron de opinión, y la mañana del 7 de junio a la sublevación reprimieron la rebelión que habían comenzado. Solo siete fueron los criollos que se mantuvieron fieles al levantamiento, quienes resultaron ajusticiados mientras trataban de huir.

 

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