Todo indica que será el final de una “novela” que empezó en enero: el Concejo aprobó por unanimidad un marco regulatorio sobre el rubro del juego de azar en la ciudad, completo y con pautas claras para regular esta actividad. Pero el trasfondo es el conflicto en Casino Santa Fe, que viene desde enero con un “tironeo” por una suba en el Derecho de Registro e Inspección (Drei), el tributo municipal que debe abonar la empresa, y la protección de muchas fuentes laborales que estaban en vilo.
El quid de la cuestión era el Drei. Y en concreto, el Deliberativo autorizó a reducir esa tasa municipal a 7,2 %, pero “cuando la empresa que explote la actividad de casinos y bingos posea una plantilla de personal igual o superior a 650 empleados”. Ésa es estimativamente la cantidad de empleados que tiene el Casino local, indicaron fuentes deliberativas. Para determinar el número de esa plantilla, “la empresa deberá presentar trimestralmente al Ejecutivo copia certificada de declaración jurada de pago de aportes y contribuciones a la seguridad social”, reza la ordenanza.
El 9 % de alícuota actual (aumentado en diciembre pasado por el Concejo) seguirá, y luego bajará a 7,2 % si la empresa cumple con este requisito: no “tocar” la plantilla de empleados. “Si la empresa no mantiene los puestos laborales, (el Drei) se retrotrae al 9 %”, dijo a El Litoral una alta fuente legislativa. Habrá un “aliciente”: ese tributo bajará a 7 % cuando la empresa “realice inversiones de utilidad social o comercial en la ciudad por un monto igual o superior a $ 400 millones”.
“A los fines de determinar fehacientemente las inversiones, la empresa solicitará la deducción una vez que fueran acreditados el o los correspondientes permisos de obras por el monto referido ($ 400 millones)”. Además, el Concejo designará a tres de sus miembros, quienes cada tres meses elaborarán un informe sobre el cumplimiento de las previsiones establecidas en las nuevas deducciones impositivas. El Ejecutivo deberá brindar toda la información que resulte necesaria.
Cierres, cajeros, ludopatía
La ordenanza fija que tanto el casino como bingos y juegos al azar de Santa Fe no podrán abrir sus puertas al público para la realización de apuestas desde las 8 hasta las 12, de lunes a viernes, a excepción de los sábados, domingos, feriados y días no laborables. “Permanecerá cerrado eL tragamonedas y también las mesas de paños. Estas áreas no emplean casi nada de personal. La actividad gastronómica seguirá abierta”, explicaron las mismas fuentes a El Litoral.
Las multas por incumplimiento de horarios de cierre será de 1.500 Unidades Fijas (UF). Una UF hoy cuesta 22,17 pesos: así, será de poco más de 33 mil pesos. Y además, el casino “no podrá instalar cajeros automáticos en las puertas de ingreso e egreso, ni podrán instalarse a menos de 200 metros” de esas puertas, dice la norma.
Otro punto clave es que el casino y los bingos deberán presentar anualmente una plan de acciones orientado a desarrollar campañas de prevención de la ludopatía (enfermedad del juego compulsivo). Se creará una comisión de seguimiento y control de medidas de sustentabilidad social y tutela de la salud de la población, para verificar el cumplimiento de los criterios de la nueva ordenanza.
Esa comisión estará integrada por un representante del Ejecutivo, uno de la subsecretaría de Salud municipal, tres concejales y una autoridad de la dirección de Derechos Ciudadanos. También podrán ser invitados los sindicatos de trabajadores (Aleara y Uthgra, en el caso del casino); uno de la Lotería de la Provincia y un representante de organismos pertinentes en la materia (ludopatía).
En el recinto
Fue el primer tema que se trató apenas empezó la sesión. Era, desde hace dos días, un secreto a voces que estaban dadas las condiciones para buscar una salida consensuada a este tema. “Se aunó un consenso para generar un marco normativo completo y consistente, pensando en el resguardo de las fuentes laborales y, principalmente, desde dónde se piensa el juego de azar en la ciudad” , dijo Leandro González (UCR-FPCyS).
“Si un vecino de la ciudad está a las 8 de la mañana en el casino, ¿no estamos ante un inconveniente?”, interrogó, aludiendo a la ludopatía. “Esto deberá ser abordado por el sector empresario, que tiene las estadísticas sobre las personas que sufren este padecimiento”, dijo González. “Creo que con esta normativa encontramos un punto de equilibrio”.
Su par de bloque, Sergio Basile, reforzó el argumento de González: “Es un marco integral de juego de azar y de su sustentabilidad social. Se tomó como referencia el análisis de lo que pasa en otros casinos de la provincia. Queríamos preservar las fuentes laborales”, insistió.
Romper el hielo
Para Juan Cesoni (PJ), el Concejo “le está demostrando a la sociedad (con este marco normativo) que está a la altura de dar las grandes discusiones que hay pendientes”. Dijo no estar de acuerdo con el juego de azar, “pero debíamos asumir la responsabilidad de ser concejales de una ciudad que es sede de un casino importante en la provincia”.
“Cinco meses después, logramos garantizar la continuidad de puestos de trabajo en peligro y un esquema de inversiones de la empresa para la ciudad. Y sobre todo, la sustentabilidad social del juego. Entonces, éste era un despacho posible, con el aval de todos los concejales”, declaró.
“Entonces, —arengó Cesoni a sus pares— animémonos a tratar otros temas urgentes para Santa Fe: regulación del transporte público, el servicio de recolección de residuos, etc.”. Consideró que el debate sobre qué Drei debe pagar el Casino “rompió el hielo, nos abrió el paso entre nosotros, entre los tres bloques políticos, para poder discutir los grandes problemas de la ciudad que están pendientes”.
Desde el oficialismo, Carlos Pereira (UCR-Cambiemos) ponderó el consenso alcanzado. Y sobre la cuestión tributaria, reivindicó “la plena potestad del Cuerpo de poder determinar un nivel de imposición de tasas”. Con el 7,2 % “habrá más recursos recaudados para la administración municipal”, dijo.
Además, “con la norma estamos asegurando inversiones muy importantes ($ 400 millones), y los sistemas tributarios también tienen el objetivo: el equilibro entre el lucro de una determinada actividad económica y los recursos que necesita el Estado local. El Drei puede servir para impulsar más inversiones”, aseguró el edil.
Con las palabras de Pereira, todo indica que el intendente José Corral no vetaría esta norma (ya que, de darse las condiciones, las arcas municipales pasarían a recaudar menos, de 9 % a 7,2 %). También, habrá que esperar si la empresa está de acuerdo con este nuevo marco normativo. Pero tras largas discusiones en comisiones y reuniones con gerentes y representantes de los dos gremios, pareciera que esta “novela” de cinco meses llegó a su capítulo final.
Fuente: Diario El Litoral