Eduardo Castro, carnicero, y David Baigorria, quiosquero, comentaron el escenario económico de sus negocios a raíz de la suba del dólar, la inflación y los tarifazos. Coincidieron en que los hábitos de compra cambiaron y que cayó el consumo. Además, afirmaron que los impuestos y las tarifas aumentaron, pero disminuyeron las ventas.
Aceptaron que la situación es difícil y que se trabaja mal porque todos los días hay un problema diferente. «No hay precio de referencia», manifestaron. En tanto, explicaron cómo funciona el stock cuando hay inflación. «Es un paliativo», subrayaron.
Por último, David argumentó que no estaban tan mal desde el 2001 o en la inundación del 2003. Ante la posibilidad de un eventual cierre del negocio, Eduardo finalizó: «A mi edad, ¿dónde consigo trabajo?».