En la ciudad de Santa Fe hay apenas diez armerías habilitadas por la Municipalidad para la comercialización de armas de fuego y municiones. Cada comercio, no solo debe declarar el stock que posee, sino también informar al gobierno local cada arma y munición que es vendida.
En 2015, la Municipalidad puso en vigencia el Sistema Informático Municipal de Armas (Sima). Los datos a los que pudo acceder UNO Santa Fe indican que en 2017 la venta de armas de fuego creció un 9 por ciento en relación al 2016, y la de municiones tuvo una suba cercana al 60 por ciento.
Durante 2017 las armerías de la ciudad capital vendieron 9.503 armas, contra 8.705 de 2016. En tanto, se comercializaron 1.775.620 municiones, contra 1.109.156. Esos números indican que durante el año pasado en la ciudad de Santa Fe se vendieron 26 armas por día y 4.864 municiones.
En el primer trimestre de 2018 la tendencia se mantuvo igual que la del año pasado. Entre enero y marzo de este año en la ciudad de Santa Fe ya se vendieron 2.257 armas (25 por día) y 444.379 municiones (4.937 por día).
La asociación de un aumento en la venta legal de armas con una suba de los hechos violentos y homicidios ocurridos en la ciudad puede ser automática. Sin embargo, se observan algunas particularidades. Es que durante 2017 fallecieron de manera violenta 65 personas, un cincuenta por ciento menos que en 2016, mismo período en el cual se observó un crecimiento en la compra y venta de armas y municiones.
La adquisición legal de armas está relacionada fundamentalmente a la caza, en el caso de las escopetas, y tiradores profesionales o aficionados vinculados a la práctica deportiva que se inclinan a la compra de armas cortas o de bajo calibre.
Es necesario subrayar que no necesariamente el nivel de venta «legal» de armas debería estar relacionado con los homicidios ocurridos en esta capital. Al menos las estadísticas reflejan ese escenario. En todo caso, será necesario apuntar más hacia al mercado ilegal de armas y a la forma en que las mismas ingresan al circuito negro.
La secretaria de Gobierno municipal, Malena Azario, dijo que dicha comparación sería una mirada más bien «solapada de la realidad» y agregó: «La mayoría de los hechos delictivos tienen que ver con el mercado ilegal. Sería un error relacionarlo».
«El registro informático a nosotros nos permite poder tener la trazabilidad y seguir la venta de armas. Toda esa información está a disposición del Ministerio de Seguridad o de la Justicia para investigar si alguno de esos delitos de arma de fuego pertenece al mercado legal o ilegal», agregó.
Armas de la policía y del delito
Durante 2016 y 2017 se fundieron 78.672 armas de fuego. Del total de las destruidas, 2.950 correspondían a la provincia de Santa Fe. Está previsto que, luego del trabajo conjunto entre provincia y Nación, en la próxima destrucción se sumen 3.658 más.
Esta semana, la provincia de Santa Fe y la Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados) se comprometieron a desarrollar políticas para agilizar la destrucción de armas de fuego que provienen del delito, el crimen organizado, el narcotráfico, así como de las armas en desuso de la Policía de la provincia de Santa Fe.
Entrega voluntaria e incentivo económico
Con el objetivo de reducir el circulante de armas de fuego en el país, la Anmac ejecuta el Programa Nacional de Entrega Voluntaria. Consiste en ceder en forma voluntaria y anónima armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo económico de hasta $3.000, dependiendo del tipo y calibre.
El trámite se puede realizar en las sedes que tiene el organismo a lo largo de todo el país. Su prórroga fue aprobada por unanimidad por el Congreso de la Nación y desde su relanzamiento, el 1 de junio de 2017 ya se inutilizaron más de 14.000 armas en todo el país, de las cuales 860 fueron entregadas en la provincia de Santa Fe.
El procedimiento de recepción de armas se encuentra digitalizado. Contempla el ingreso de registros fotográficos del arma, descripción, número de serie y automáticamente asigna el incentivo correspondiente a la categoría de la misma.
De esta forma, se puede auditar el proceso en tiempo real, con solo ingresar al sistema se puede ver qué arma está siendo entregada, en qué lugar, cuál es el monto del incentivo asignado y detectar las armas que tienen pedido de secuestro para ponerlas a disposición de la Justicia. Todo este procedimiento se lleva adelante sin solicitar ningún dato personal o de los papeles del arma a quienes participan.
Las armas entregadas en el programa se inutilizan en el momento con una prensa hidráulica y luego se incorporan a las destrucciones públicas en un horno de alta temperatura.
Fuente: Diario Uno Santa Fe