El centrodelantero se refirió a la victoria «albiceleste» ante la «vinotinto». La selección nacional de fútbol venció a Venezuela por 3 a 1 en las Eliminatorias camino a Qatar 2022.

Lautaro Martínez valoró como «importante» que su equipo «ganara y jugara bien» este jueves en Caracas al vencer por 3 a 1 a Venezuela, «un rival complicado», en partido válido por la novena fecha de las Eliminatorias Sudamericana para el Mundial de Fútbol de Qatar 2022.

«Fue importante que Argentina ganara y jugara bien ante un rival complicado, como en realidad lo son todos los seleccionados de Sudamérica», sostuvo Martínez en declaraciones para la transmisión de televisión venezolana al final del encuentro.

«Cuando ellos estaban con 11 jugadores, nosotros ya veníamos actuando bien, y cuando quedaron con uno menos –por expulsión de Luis Martínez a los 30 minutos del primer tiempo–, encontramos más espacios y llegamos al gol», indicó el atacante del Inter, de Milán.

Precisamente, esa apertura fue concretada por el propio Martínez, que al respecto dijo que para «un delantero siempre es importante convertir. Pero más importante es siempre que Argentina juegue bien y gane».

Sobre el clásico con el representativo brasileño, a jugarse el próximo domingo a las 16, de la pendiente sexta fecha, señaló que «siempre es muy lindo jugar contra ellos por todo lo que representa».

«Esperamos repetir otra buena actuación y ganar como esta noche», se ilusionó el exgoleador de Racing al cierre de la nota con la televisión local.

El seleccionado argentino estrenó este jueves el título de campeón de la Copa América alcanzado hace menos de dos meses en Brasil con una victoria sin complicaciones sobre Venezuela por 3 a 1, en el partido de la novena fecha de Eliminatorias Sudamericanas disputado en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Caracas.

Argentina jugó un partido cómodo ante un rival que no lo exigió en ningún momento, y a partir de ello no sufrió amonestaciones que pudieran complicar la participación de los 10 futbolistas que llegaron a este cotejo con una tarjeta amarilla y de sumar otra se hubiesen perdido el cotejo del próximo domingo a las 16 ante el líder de estas Eliminatorias, Brasil, en el estadio Arena Corinthians, de San Pablo.

En medio de este panorama el único momento de zozobra ocurrió sobre la media hora del primer tiempo cuando el fornido zaguero central venezolano Luis Martínez, que había ingresado cinco minutos antes por el lesionado José Velázquez, le cometió una violentísima infracción a Lionel Messi sobre la pantorrila izquierda que hizo temer consecuencias duras que sin embargo no fueron tales.

Por esa falta uno de los tantos Martínez que pisaron el blando terreno de juego del estadio Olímpico caraqueño recibió la tarjeta roja a instancias del VAR, lo que generó un momento de confusión justamente por la utilización de este nuevo servicio arbitral.

Es que a raíz de distintos desperfectos técnicos que afectaron los aportes tecnológicos que se brindaban dentro del estadio, la utilización del VAR no pudo estar a cargo del chileno Cristian Garay ubicado en la parte alta del mismo, sino que episodios que requerían de una visualización televisiva debían ser resueltos por el cuarto árbitro, en este caso el uruguayo Gustavo Tejera.

Si Venezuela ya venía castigado por este proceso de transición que está atravesando su seleccionado tras la renuncia del entrenador portugués José Peseiro, que abandonó el cargo luego de percibir su salario en solamente cuatro de los 19 meses que estuvo al frente de la «Vinotinto», por lo que es reemplazado interinamente por Leonardo González, entrenador de Deportivo Lara, para esta triple fecha de Eliminatorias, peor le fue todavía.

Por eso en el cuarto de hora final de ese primer período los dirigidos por Lionel Scaloni siguieron trabajando el partido con tranquilidad, repitiendo asociaciones por el medio de Messi con Giovani Lo Celso y Rodrigo De Paul (a los 15 minutos estrelló un remate en el travesaño) que eran acompañadas por las subidas de los laterales Marcos Acuña y Nahuel Molina.

Y cuando ya se jugaba el segundo minuto de descuento un toque preciso de Ángel Di María de la izquierda al medio para Lo Celso, terminó en una precisa asistencia de éste para que Lautaro Martínez convirtiera el primer tanto «albiceleste», el decimoquinto suyo en 30 partidos con la selección.

La vuelta a la disputa del juego en la segunda parte solo hacía presagiar más buenas noticias para el equipo argentino, pero el motor recién se encendió a pleno cuando sobre el cuarto de hora Scaloni decidió cambiar la «correa de distribución» del ataque argentino haciendo ingresar simultáneamente a Ángel y Joaquín Correa.

Y los dos tuvieron rápidamente un diálogo fluido con Messi, «liquidando» entre ambos el partido en apenas tres minutos, los que fueron de los 25 a los 28 minutos.

Primero el tucumano Joaquín cerró con un derechazo bajo una lúcida acción conjunta que completó tras una asistencia corta de Lautaro Martínez, revelando que está en verdadero estado de gracia luego de debutar en su nuevo club, Inter, de Italia, el pasado fin de semana, con dos conquistas habiendo estado solamente 20 minutos en cancha.

El tramo final del partido solo permitía mantener la expectativa sobre la posibilidad de que un gol de Messi le permitiera alcanzar los 77 tantos del brasileño Pelé como máximo goleador histórico de selecciones sudamericanas, pero este no llegó y quizá pueda ser justo en Brasil el domingo que viene.

El que cerró el espectáculo fue el diminuto pero talentoso Yeferson Soteldo al colocar el 1-3 en el tercer minuto de descuento, a través de un tiro penal sancionado a través del improvisado VAR que le picó con categoría a Emiliano Martínez, quizá advertido de lo que calza «Dibu» a la hora de pararse frente a ejecutantes desde los 12 pasos.

La vuelta al seleccionado del cordobés Paulo Dybala después de dos años, el aplauso de los seis mil espectadores presentes en el estadio Olímpico, la consolidación de Argentina en el segundo puesto de las Eliminatorias con 15 puntos cosechados en siete presentaciones, y que por primera dos futbolistas de igual apellido ingresaran simultáneamente en la selección y ambos convirtieran, fueron las frutillas del postre.

FuenteRDP / Télam
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