La muerte de Maradona ha supuesto una gran conmoción mundial.

Su figura iba más allá del fútbol. Mucha repercusión por lo que hizo dentro del terreno de juego pero su personalidad hizo que se hablara de él en todo momento.

El de Lanús aterrizó en Nápoles en 1984. En su presentación ya llenó San Paolo. Era un ídolo de masas sin haber debutado. Venía de firmar un buen papel en el Barcelona. Sin embargo, su mejor etapa en Europa estaba por llegar.

Para ser campeón de la Serie A tendría que vencer a los duros equipos del Norte: la Juventus de Platini y Scirea, el Milán de Baresi y Maldini y el Inter de Milán de Pasarella y Rummenigge. En los siete años que estuvo en la ciudad del sur de Italia, el Napoli de Maradona conquistó los únicos dos Scudetti que posee. La locura y pasión por la estrella argentina se desató. Era un ídolo de masas. Además, ganó, en su estancia en el país transalpino, una Copa de la UEFA, una Coppa de Italia y una Supercopa Italiana.

Luigi de Magistris es el actual alcalde de Nápoles. Ha definido a Maradona como: «El más grande de todos los tiempos. Hizo soñar a nuestros pueblo, rescató a Nápoles con su genialidad. Por ello, en 2017, lo nombramos Ciudadano de Honor. Diego, napolitano y argentino, nos ha dado gloria y felicidad. ¡Nápoles te ama!».

 

Sin embargo, la propuesta más atractiva e incluso se puede considerar emocional fue que ha asegurado que se van a iniciar los trámites para cambiar el nombre del estadio del SSC Napoli que pasará de ser «Stadio San Paolo» a «Stadio Diego Armando Maradona». Un homenaje a la altura de la leyenda que nos ha dejado hoy tras una parada cardiorrespiratoria en su domicilio de Tigre.


 

FuenteDiario Marca
Artículo anteriorDiego falleció de causas naturales
Artículo siguienteDiego Maradona: Santa Fe adhiere al duelo nacional