El gremio que nuclea a los médicos volvió a hacer hincapié en el agotamiento del personal, la falta de camas y el desarrollo de actividades que no son prioritarias. Además, también alertaron por la llegada de pacientes víctimas de dengue.

El coronavirus está mostrando su peor cara en la provincia de Santa Fe, específicamente en el sur, y más específicamente en la ciudad de Rosario.

Sandra Maiorana, secretaria general de AMRA, dijo por el programa televisivo Apto para Todo Público que en la ciudad más grande de la provincia “la situación hoy es crítica, al borde, extrema, límite, porque no se puede contener esto, y al nivel de contagios que estamos teniendo, va a ser imposible seguir sosteniendo la atención que los pacientes requieren”.

Covid 19: La provincia registra un total de 80.871 casos

La dirigente agregó que “en marzo se proyectaban 20 mil infectados, entonces se comenzó a trabajar para ampliar lugares, buscar gente, pero hace un mes y medio la ministra nos dio la noticia que veníamos viendo por el aumento de casos, y anunció que íbamos a llegar a 40 mil contagios, por lo cual la provincia salió en forma urgente a comprar más insumos, y al día de hoy hemos pasado los 80 mil infectados, de los cuales el 80% está desde Rosario hacia el sur, en cuanto a los caso de ayer, de los 1200 contagiados, 1000 fueron en Rosario”.

Maiorana analizó que “la situación del personal de salud es que vienen agotados desde el inicio, muchos ya están con parte psiquiátrico, otros ya han tenido covid y no quedan bien, no se recuperan mágicamente, quedan con secuelas, no pueden volver a trabajar en forma inmediata, en su mayoría, y si bien se tomó personal, ya no hay más, o sea, la perspectiva es que, en pleno ascenso de la pandemia, no sabemos hasta cuando, la cantidad de personal de salud comienza a bajar”.

La secretaria general de Amra también mencionó que “entendemos el problema económico, por lo cual hubo que abrir muchos sectores porque de otra forma no se podía sobrevivir, hay que trabajar, pero los contagios no se dan en las reuniones de trabajo, sino en las reuniones sociales y eso se puede evitar”.

Apeló de la manera más cruda a la conciencia ciudadana: “tengo que ser franca, represento al sector que está poniendo el cuerpo, le digo a la ciudadanía que habrá muchos muertos en esta pandemia, no sólo acá, es mundial, hay lugares que ya tienen rebrotes, la diferencia está en si vamos a poder atenderlos como corresponde o si van a morir sin atención”.

También criticó la falta de apego a las normas sanitarias de las personas: “veo que aunque se bajen medidas estrictas, la gente no las cumple, o sea, veo un hartazgo social que lo entiendo, pero las personas deben entender que este es el peor momento y deben entenderse que a lo mejor a los contagiados no les pasa nada, pero ellos no saben en cuántas personas están replicando el virus, es gravísima la situación, Rosario está sentada en un barril de pólvora, pueden poner camas en las calles, pero no hay quien las atienda, en Santa Fe ya tenemos el cuádruple de los infectados que se esperaban y todavía no llegamos al pico”.

También apeló a quienes piden por el esparcimiento en la sociedad: “es comprensible que haya que abrir cosas porque esto es muy prolongado, pero deben conservarse las medidas, el Estado debe controlar que las conserven, y si no cerrarlos, pero todo lo que se encuadre en esparcimiento, puede esperar, no es una emergencia”.

Para hacer más elocuente el panorama, mencionó que “no hay una sola persona que pueda decir hoy que no conoce a otra con covid, o alguien que falleció, ya se están montando los consultorios para control pos enfermedad por las secuelas que deja, no sólo en los pulmones, sino en todos los órganos, es grave, no es una gripe más, y no está atada como otras al cambio climático, cuando venga el calor, se sumarán los pacientes del dengue, y no hay más lugar, el paciente de covid tiene el doble de tiempo de internación que otro paciente con otra patología”.

Finalmente, dijo que “el ámbito privado está igual de saturado en la capacidad que el público y la gente que trabaja en salud no se consigue en la góndola del supermercado”.

 

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