Imagen de archivo.

Hace algunos días, desde diferentes salas y productores artísticos alzaron sus voces para solicitar la habilitación del sector.

«La cultura está en emergencia y queremos volver a abrir los escenarios, con responsabilidad, los espacios culturales de Santa Fe nos unimos para solicitar a las autoridades que generemos los mecanismos necesarios para volver a encontrarnos con el público», dice parte de un escrito que difundieron en redes sociales los diferentes escenarios santafesinos.

En el programa televisivo Apto para Todo Público, José Chengo Altamirano (Go Producciones y Tribus) y Pablo Ronchi (Demos Cultura Emergente) brindaron algunas precisiones sobre el presente del sector.

«Nos costaba mucho encontrar la lógica de porqué no se puede hacer nuestra actividad primaria que son los espectáculos», sostuvo Altamirano.

«Venimos viendo con mucha preocupación la situación de los y las trabajadoras de los espacios culturales y de la industria cultural en general que está sufriendo con esta cuarentena», dijo, por su parte, Ronchi.

«El sector se reactivó con la gastronomía, es un buen paso, hoy por lo menos ya pudimos abrir, ya hay movimiento», aseguró Altamirano.

A su vez, Ronchi sostuvo que «hay posibilidades de avanzar con un esquema ordenado, con la responsabilidad del caso, teniendo en cuenta los protocolos».

En consonancia con este concepto, Altamirano indicó que «hay muchos lugares que en Santa Fe pueden estar trabajando, todavía no le encontramos la lógica al no, no solamente de no poder estar trabajando en la sala, sino en todo lo que conlleva; técnicos, comunicadores, artistas, una cadena muy grande».

«La alternativas que se presentan para esto, como la música por streaming, no alcanzan a cumplir las expectativas de nadie, ya está muy saturada la plaza en ese sentido», se lamentó Ronchi.

En este sentido, Altamirano insistió en que «lo que estamos esperando es una respuesta concreta, si es un no, entendemos las cosas, tenemos sentido común, queremos cuidar a todos, los artistas, nosotros, la gente, pero estamos en un limbo».

«El cuello de botella es el decreto nacional que prohíbe las actividades culturales, pero así y todo hay provincias que avanzaron en ese sentido, por ejemplo Salta», comentó Ronchi.

«En el caso de Tribus, usamos el escenario para ubicar mesas, porqué no podemos utilizarlo para poner una banda», especificó Altamirano

«Debe ser cuidado, escalonado, supervisado por las autoridades, el diálogo está, pero no hay respuestas contundentes», finalizó
Ronchi.

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