Lo expresó Claudio Lozano, director del Banco Nación, quien detalló la deuda que Vicentín tomó y las relaciones de la firma con el PRO. También se mostró a favor de la formación de una empresa pública no estatal. Aquí, sus fundamentos.

Hacia abril de 2019, la calificación de Vicentín para el Banco Nación había superado los 8.300 millones de pesos de límite y “estaba arriba de los 12 mil millones de pesos”. “Vicentín tenía que comenzar a cancelar hasta colocarse por debajo del nivel que el Banco le había establecido. Esto no ocurrió. Ya en agosto, representaba más del 15% del patrimonio del Banco”, detalló el director de la propia institución, Claudio Lozano. Al ser consultado por ABC1 (que se emite este domingo a las 23 por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario), el funcionario sostuvo que desde agosto pasado la empresa no canceló vencimientos y, sin embargo, “se le renovaron 105 millones de dólares en noviembre”. Lo que vino después fue el no pago a todos los acreedores en diciembre.

Lozano también remarcó que en cuenta del Nación en la sucursal Reconquista ingresaron 890 millones dólares de la compañía cerealera por exportaciones. “Esa cuenta era garantía del crédito. Las autoridades pasadas podrían haber ejecutado esas garantías y haber recuperado lo que había prestado”, cuestionó. A la luz de los hechos, el dirigente de Unidad Popular puso sobre relieve “el vínculo político que los dueños de Vicentín tenían con el expresidente Mauricio Macri” a instancias de la pertenencia al PRO de Gustavo Nardelli y Alberto Paduán y el aporte de seis millones de pesos de la empresa a la campaña presidencial de Macri en 2015, otros ocho millones de pesos en la campaña de 2017 y 13 millones de pesos para la de 2019.

En ese contexto, el funcionario recordó que los acreedores de la firma suman 2638. “Claramente se ha consumado una suerte de estafa, tanto a los trabajadores como a los productores, más entidades cooperativas y financieras”, precisó.

Ya sobre la intervención dispuesta por el gobierno nacional y las controversias que suscitó, fundamentalmente, en cuanto a la defensa de algunos sectores de la propiedad privada, Lozano opinó que “se busca no poner en contexto lo que se está discutiendo”. “No estamos hablando de un grupo empresario que estaba funcionando de manera normal. Estamos hablando de una estafa a miles de productores, a la banca pública y a los trabajadores de una empresa que se paraliza desde diciembre”, argumentó.

En el mismo contexto, “aparecen ofertas de grupos trasnacionales que buscan quedarse con las mejores partes de la empresa, lo cual consumaría mayor concentración y extranjerización del comercio de granos y el control de la oferta de dólares”, subrayó Lozano a la hora de fundamentar la intervención dispuesta por Alberto Fernández, así como la “propuesta” de expropiación. “Soy proclive a pensar en una empresa pública no estatal, con presencia del Estado acompañado de las cooperativas agropecuarias y los pequeños y medianos productores”, consideró.

En otro tramo de la charla con ABC1, Lozano señaló que la relación de Vicentín y el Banco Nación es histórica. “Hace 50 años que le presta. Lo que cambió es que en abril de 2019, la empresa estaba fuera de calificación. Tenía que pagar y no pagó”, insistió y aludió a la política del macrismo de “concentrar la oferta de crédito en pocas y grandes empresas”.

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