La pandemia imposibilitó la manifestación popular que recordaría un nuevo aniversario del último golpe militar. Sin embargo, desde el ingenio, las consignas siguen vigentes y las banderas altas. La secretaria de Derechos Humanos reflexionó al respecto. También, un artista santafesino convoca al recuerdo.

El 24 de marzo que se vive en el país es completamente diferente a los anteriores.

Desde las organizaciones Madres, Abuelas e Hijos y otros organismos se puso en marcha el mensaje acerca de que más allá de que no se pudiera llevar adelante ninguna manifestación en el país, debido a la pandemia, la memoria, la verdad y la justicia son convocadas y evocadas nuevamente, y como en cada momento, para no olvidar.

Hoy se cumplen 44 años del comienzo de la más sangrienta dictadura que sufrió la Argentina.

30.000 desaparecidos son los que gritan presentes y mantienen viva la consigna.

La secretaria de Derechos Humanos de la provincia Lucila Puyol brindó su parecer al respecto. “Es un día especial en nuestro país y en el mundo, estamos atravesando una situación muy grave que nos obliga a todos y todas a cuidarnos y cuidar a los otros”.

La funcionaria reflexionó que en esta fecha, “normalmente tenemos actividades no solamente en la marcha y el acto público que siempre es lo central, sino en varios días previos hay homenajes en facultades, escuelas, barrios, y eso también se vio interrumpido”.

Puyol indicó que “desde la Secretaría pusimos esta herramienta de comunicación al servicio de las organizaciones de Derechos Humanos y organismos que querían decir lo suyo”.

“Una siente que queda poco en relación a lo que queremos manifestar a 44 años del golpe cívico militar, pero es lo que debemos hacer, porque en la medida que reforcemos las defensas de nuestro país para que no se propague este virus también vamos a tener menos víctimas”, afirmó.

En cuanto a los avances que se lograron en materia de juzgar los delitos de lesa humanidad, Puyol afirmó que “si miramos los informes de organismos de derechos humanos, al momento de hacer dictámenes y evaluar países, en todos y hace varios años que viene planteándose lo positivo en cuanto a logros de Argentina, y cómo juzgó a los responsables con los propios jueces naturales y no con comisiones ad hoc o tribunales internacionales como en otros países, eso es casi inédito en el mundo, Argentina tiene un lugar en este aspecto”.

La secretaria de Derechos Humanos de Santa Fe recordó que “las leyes de Obediencia Debida y el Punto Final impidieron la continuidad de lo que hubiera sido un proceso natural, de algunos años, que seguramente hubiera terminado en las condenas, con un plazo determinado, pero lo que pasó es que muchos años después se retomaron los juicios y todavía se están transitando”.

Puyol fue tajante y dijo que “los derechos humanos no se plebiscitan y no pueden estar corriendo al arbitrio de una decisión determinada”.

Esta reflexión también puede aplicarse a otras iniciativas, dijo la funcionaria, como por ejemplo la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario.

Cantar para no olvidar

En las circunstancias acotadas que plantea la pandemia, también afloró el ingenio y en muchos casos, la forma de pasear el grito por las calles (hoy vacías) fue sacar un pañuelo blanco a las puertas de las casas, edificios, organismos o cualquier estructura, para recordar una de las fechas más simbólicas que tiene el país.

Desde el programa Apto para Todo Público, y en tiempos de afirmar la consigna de quedarse en casa, Nicolás Rostagno, artista santafesino, se comprometió con ambas causas y nos dejó este fragmento de la canción La Memoria de León Gieco.

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